Atrapados a bordo por un visado

Esta mañana me he desayunado con esta noticia  
Resumiendola, se trata de que las dificultades para conseguir visado por parte de la tripulación de relevo de un mercante, hace que tripulantes que debían de hacer nueve meses en la mar se lleven comidos ya el doble, o sea, dieciocho meses sin salir del barco.
Dice en la noticia, que sabiendo ya los armadores la dificultad que entraña conseguir visado para los tripulantes que deben venir a Europa para hacer su relevo, ya ni lo intentan; tampoco les importa demasiado alargar los relevos; menos gastarán en viajes. Teniendo en cuenta la cantidad de tripulaciones que quedan tiradas por ahí, abandonadas por armadores sin muchos escrúpulos, tampoco es que se coman demasiado la cabeza para conseguir un visado. En la noticia dice que algunos armadores se plantean contratar como relevo a europeos, que no necesitan visados para moverse por Europa. Me gustaría verlo, pero teniendo en cuenta todo lo que hacen para poder meter tripulaciones de conveniencia, personas de países sin demasiada conciencia de los derechos que tienen los trabajadores, dudo mucho que eso suceda. En general, los europeos sabemos los derechos que nos asisten bastante mejor que los filipinos, y eso es una incomodidad para los armadores;: además, cobramos mucho más que un tripulante de esos países.

No quiero que esto sea una crítica a los armadores en general; me consta que la mayor parte de ellos son gente normal, con sus virtudes y sus defectos pero gente, no gentuza. Desgraciadamente, al igual que sucede en cualquier otro ámbito, un mal empresario da mala fama a todos los empresarios. Un mal armador da mala fama a todos los armadores, es injusto pero es así. A mí personalmente me han tocado armadores que se preocupaban de verdad en el bienestar de sus tripulantes, pero también me han tocado auténticos impresentables que culpabilizaban a los trabajadores que habían tenido un accidente laboral debido causado por la falta de medidas de seguridad en una reparación.

Pero lo que tiene narices en este caso es que la administración, que debería proteger a los trabajadores, que en este caso son la parte más debil, en lugar de ello se dedica a putear y poner trabas para que esa gente pudiera volver a sus casas. Hay mil maneras legales de agilizar los visados de los relevos, y mil maneras de evitar que se conviertan en inmigrantes ilegales. Lo que falta es voluntad política para ello. Y mientras tanto, esa gente no pudo irse a su casa desde Rusia, no puede irse a casa desde La Coruña y tampoco podrá irse a casa desde Holanda. Son 18 meses. Año y medio. 540 días sin ver a sus familiares y amigos. Piénsenlo.

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